27 enero, 2006

El sexo y el coqueteo en las empresas

Gente & Negocios
El sexo y el coqueteo en las empresas

Los conocidos chistes picarescos de jefes y secretarias, así como las múltiples denuncias de acoso sexual en el trabajo, dejan de lado la verdadera dimensión de las relaciones entre los hombres y las mujeres en las empresas.
El sexo es una constante en el relacionamiento de las personas en las empresas.
Un estudio publicado por CIECC Programa Universidad Abierta, analiza algunos de estos aspectos.


¿ Es la empresa un lugar propicio para el romance ? ¿ Las más lindas tienen más éxito ? ¿ Los desplantes autoritarios del jefe tienen un componente homosexual ?
Las preguntas pueden ser muchas, pero todas abordan un tema poco frecuentado entre quienes estudian en comportamiento en las organizaciones: el sexo en la empresa.
Hay una cuestión clave de psicología laboral, que es universal, y es que ante igualdad de capacidad entre dos mujeres u hombres, se elige a la persona más atractiva.
Entre las personas que forman la empresa existen, aparte de las relaciones jerárquicas o de contactos entre los funcionarios, relaciones estrictamente personales de afecto o de repulsión.
Dentro de estas relaciones interpersonales ocupan un lugar prioritario las sexo amorosas.
La cantidad de tiempo compartido en la empresa, es comparable con lo que se comparte con las familias, de modo que no puede sorprender que allí se desarrollen amistades, enemistadas, cocuqteos y aún uniones relativa o absolutamente estables.

Coqueteando con la nueva

Un caso típico es el del ingreso de una mujer a una organización en la que trabajan pocos hombres. Allí se generan toda una serie de fantasías, en todos los escalafones de la empresa.
En los jugueteos conciente o inconscientes, cada quién se siente con derecho a acercarse sexualmente a la mujer para procurar algún tipo de correspondencia.
Esto resulta en un período de “ prueba “ para la mujer, que resultará clave para su futuro.
Si ella se mantiene firme en la resistencia, entonces al final del proceso - que puede llegar a durar muchos meses, o días o semanas, el grupo la aceptará como un compañero más.
En ese entonces ella estará integrada y será “ una buena chica “ y una más dentro del grupo.

Competencia femenina

Por el contrario, cuando un hombre ingresa a una compañía en la cual la mayoría de las personas son mujeres ( algo típico en firmas de cosmética o similares), si bien genera reacciones entre las personas del sexo femenino, las mismas tienen un carácter diferente.

En las empresas con predominancia femenina, suelen haber en muchos casos concursos para ver quien le habla primero, quien le hace el primer toqueteo de mano para saber su orientación sexual, para ver si es fogoso, para saber si es homosexual, etc.
Cuando el jefe de la empresa o del área es una mujer, y el subordinado un hombre, en general se observa un cierto temor o un “ guardar distancias “.

Ventajas e influencias

Cuando hay una relación entre la persona que es el jefe y otra subordinada, se puede generar una desigualdad con relación a otros funcionarios y ello influye en el trabajo.

Quienes han correspondido con los requerimientos amorosos de algún jerarca, suelen recibir mejores condiciones de trabajo, licencias especiales, y múltiples consideraciones.

No solo sexo

Recibir correspondencia de la otra parte, no implica necesariamente que se trate de una relación amorosa, o que tenga un componente de actividad sexual o incluso de contacto físico. Muchas veces consiste apenas de aceptar los coqueteos, o elogios, o tener una actitud simpática con la jerarquía.
La mayoría de las veces es tan solo que “ me agrada “ o “ me gusta “ o que “ me siento bien “ con ella o él.

Romance con la secretaria

El viejo mito del romance con las secretarias, tiene sus puntos de realidad. Las secretarías son entrenadas como una persona que debe hacerse cargo de un montón de aspectos que no son solamente puramente laborales: también debe preocuparse por detalles familiares, para vitarle molestias al jefe y tener atenciones con él. Y esto se considera por muchos como una actitud seductora hacia el jefe.
Los romances secretos o la simple admiración del jefe, son muchas veces un resultado del estrecho contacto personal que se mantiene. Por otra parte las secretarias suelen ver a sus jefes como una figura brillante, triunfadora y dinámica, con un sueldo posiblemente 10 o 20 veces mayor que lo que su marido, novio o compañero gana..
Esto no quiere decir que sea lo habitual el romance de la secretaria y el jefe. Lo normal es una relación profesional con algo de coqueteo. Son además innumerables las secretarias enamoradas de sus jefes, que nunca han tenido nada con él.

Mucho más allá

Las relaciones de poder suelen tener además un gran componente sexual – tal cual se señala en nota adjunta – y posiblemente en muchos casos conjugar historias de homosexualidad oculta, frustraciones en el hogar o insatisfacciones varias.
El sexo en la empresa está en cada interrelación entre hombres y mujeres, Las empresas no son estructuras aisladas de la sociedad, sino simplemente una instancia más de relacionamiento entre las personas.
Las horas compartidas, el acercamiento, la intimidad, la confianza y muchos otros aspectos de conjugan a la hora de hablar de sexo en las empresas.